A los niños, por naturaleza, les fascina e interesa la música. Las experiencias con música y movimiento contribuyen a desarrollar ambos hemisferios cerebrales y ayudan al desarrollo socioemocional, físico, cognitivo y lingüístico.
- El desarrollo socioemocional: las actividades de música y movimiento pueden ser experiencias compartidas que hacen que los niños se sientan parte de un grupo. Las distintas clases de música evocan distintas emociones y acciones en los niños. La música alegre los anima y los hace desear levantarse y mover el cuerpo. La música tranquila y relajante los tranquiliza. Pueden usar sus cuerpos para expresar distintas clases de emociones. Compartir una canción o un baile aprendido en casa los ayuda a sentirse bien con respecto a sí mismos y a su cultura. Adquiere destrezas sociales con los juegos musicales que requieren cooperación sencilla.
- El desarrollo físico: los niños afinan sus destrezas motrices gruesas y exploran las distintas maneras de mover el cuerpo, y desarrollan el equilibrio y la coordinación. Al jugar con los dedos y tocar instrumentos musicales, fortalecen las destrezas motrices finas.
- El desarrollo cognitivo: los niños resuelven problemas al involucrarse en actividades de música y movimiento, utilizan la lógica y el razonamiento, producen patrones con las palabras que cantan, aprenden conceptos numéricos al aplaudir o golpear los pies, y piensan simbólicamente al caminar como elefantes o saltar como conejos.
¿Cómo crear un entorno para la música y el movimiento?
- La música y el movimiento involucran a los niños en actividades de escuchar, participar en grupo y experimentar con los materiales por su cuenta. Por eso, el entorno debe incluir una ubicación específica donde se puedan almacenar instrumentos musicales, una cadena de música y diversos accesorios.
- Exhibir los instrumentos: que accedan a ellos con facilidad para que puedan explorarlos.
-Colgar los instrumentos musicales en un tablero con ganchos. Hacer letreros recortando la silueta de los instrumentos en papel adhesivo y pegarlas al tablero. Colocar ganchitos o perchas plásticas para colocarlos justo encima de cada silueta.
- Hacer carteles e identificar con imágenes el equipo de música y los distintos CD con fotos de niños bailando, andando o descansando para indicar el tipo de música.
La función del maestro
Observar y responder de manera individual. Todos los niños se sienten a gusto con el movimiento. Aprenden del mundo interactuando con los objetos y las personas, y piensan con sus cuerpos mucho antes de poder pensar con palabras.
Por tanto, la principal función para facilitar el desarrollo es observar cómo responden a la música, hablar con ellos sobre lo que hacen, preguntando y reforzando sus exploraciones, formulando preguntas abiertas.
- Los niños se involucran con la música y el movimiento de diferentes formas: Escuchando, cantando, moviéndose al son de la música, tocando instrumentos e imitando o representando el movimiento.
- ¿Cómo observar a cada niño?
Disfruta escuchando música y puede seguir el ritmo.
Experimenta con distintos instrumentos e identifica los distintos sonidos de cada uno.
Disfruta cantando e inventando palabras para las canciones.
Crea movimientos para acompañar las melodías.
Interactúa con los que lo rodean en las actividades con música y movimiento.
Davinia Solbes Martinez
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